Cuando realizamos una primera boda en una nueva localidad, tiene una pequeña intranquilidad ya que aunque somos poblaciones cercanas, las tradiciones y costumbres siempre cambian de un lugar a otro. En este caso nos ocurría igual, pero solo basto llegar y encontrarnos con la familia de Manuel y después con la familia de Ana y encontrarnos como si estuviéramos en nuestra propia casa, todo fue comenzar y rodar magníficamente.
Desde los preliminares con sus familias en sus casas; la ceremonia en la Iglesia Parroquial Santa Ana de Algodonales; los exteriores realizados en el entornos de la Ermita de la Virgencita; hasta la celebración en el Restaurante El Cortijo, tal y como estaba previsto pasamos la tarde entre fotografías, con unos novios sonrientes, felices y expresando el amor que le une.... ¡maravillosa pareja para nuestras cámaras!.
El resto... ¡mejor lo veis en imágenes!.
Manuel y Ana, Ana y Manuel... ¡Muchas gracias!.
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